Estúpidos seres inaguantables... ¿Por qué os metéis en mi cabeza constantemente? Dejarme en paz y dejarme libre, paraos ya de reflejarme en mi propia memoria deseos imposibles o acciones denegadas por mi propio cuerpo y equivocadas. Me arrebatáis la paciencia y la cordura del alma incluyendo también mis horas de sueños profundos en los que despertar comienza a ser una tarea dificultaba por vosotros y sensible para mi.
El juego de sombras oscuras y ruidos inexplicables confundidos con pequeños gemidos de placer empiezan a cansar la mente insana y perturbada de mi persona y comienzan a dejar de sentirme en mis propias carnes tan solo dejándome paso a la lujuria hecha pedazos y esperanza maldecida por mi propia sangre culpando a mi persona de la simple existencia del sufrimiento y la agonía, gangrenando mis pensamientos y cortando la circulación de mi aliento al paso de mi organismo...
Es que aún viva me están asesinando
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