jueves, 8 de diciembre de 2011

Ni tu alma desearía tu existencia

¡Eh tú!, ¡Sí tú!, ¿Por qué no te mueres? Date cuenta de que ni yo te necesito, ni nadie lo hace tampoco, de ser así... Que lo es, ¿por qué sigues viviendo? Deja de intentar existir, ya que de nada sirve hacerlo, ni si quiera tu propia existencia sirve de algo. Ni la más mínima lágrima será desprendida por tu desaparición ni el último pensamiento del aliento muerto. Morirás. A nadie le importará. Y tu cuerpo quedará enterrado en lo más profundo de la soledad y de la tierra mojada y húmeda por las últimas lluvias, que el cielo no llora por tu muerte, el cielo rió por ello y sí lloró, fue de risa. 
Ni siento nada por ti ni por tu existencia, por tu vida, o por lo que hayas podido llegar a hacer, pero te doy un consejo... Desaparece pasa siempre.
¿Te digo confieso algo? No existe el cielo, ni tampoco el infierno. No reencarnarás tu cuerpo en algún otro ser, por muy inmundo que sea, tan solo, simplemente, la energía que te hace respirar, hablar, oler... Se alejará de ti poco a poco mientras nota como tu corazón deja de emitir latidos, tu sangre deja de fluir por tu cuerpo, tus ojos pierden ese brillo que los hacía tan característicos.
Y tan solo escucharás una palabra... Una palabra de tu alma, tu energía, que se despide de ti sin miramiento, con alegría contenida de esperar ese momento...
Y esa palabra es...


ADIÓS

1 comentario:

  1. Hola Nina, bonito espacio el tuyo,
    que estas fechas tan señaladas
    tengas una ¡feliz Navidad!.
    un abrazo.

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